Sí, ayer llegaron con las maderas y las herramientas, y en nuestro escritorio ya voló una vieja estantería de metal y hay unos bellos estantes. Se aprovecha más el espacio y presagia orden en los materiales de consulta.
Así que estamos rodeadas de taladros, aserrín y un riquísimo aroma a madera. Ahh, qué lindo.
Por eso ando aquí, temprano, tratando de terminar el boletín de AWID, antes que lleguen Daniel y Alvaro, esposo y yerno de Liliana Pauluzzi. Ellos son los realizadores de este cambio.
1 comentario:
Qué emocionante es hacer cambios, sean éstos los que irrumpen la cotidianidad o los grandes...
Salutes.
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